Vivimos en un mundo donde existe una competencia sin fin por los consumidores, y no es algo que sea exclusivo de un grupo demográfico en especial. Con la llegada de los smartphones y los planes de datos, se pueden ver casos en los que hay personas que viven en condiciones de vulnerabilidad o de pobreza y sin embargo aún así estas personas también están conectadas a la red global de intercambio de información conocida como internet. Porque sí, sin duda alguna en un mundo como en el que vivimos hoy en día, internet se ha convertido al igual que el acceso al agua potable, el acceso a la energía y otras más, una necesidad y un derecho básico de todo ser humano.
EL PROBLEMA DE LA POBLACIÓN INFANTIL
Pensando en esto, es importante tener en cuenta que hay un sector de nuestra población, y de todas las poblaciones del mundo en general que se ve mayormente afectada por este tipo de dispositivos. Los niños. Y es que para nadie es un misterio y más pensando en el hecho de que con la evolución de la psicología y gracias a la conocida generación de “cristal” que el desarrollo físico de un niño es igual de importante que su desarrollo mental. Lo cual representa un arma de doble filo porque un niño es como un trozo de arcilla. Puedes moldearlo según tus necesidades y el problema de que los chicos estén día y noche con sus dispositivos móviles, (porque sí, hoy en día casi que los niños nacen con un celular debajo del brazo) es que en muchas ocasiones sus padres se desentienden totalmente de estos, dejando la responsabilidad de la crianza a una pantalla, cosa que representa en sí un error que debería ser incluso penalizado.
En aras de esta situación. Las redes sociales no son ajenas a ello y diseñan sus algoritmos para generar dependencia en todo tipo de población hacia las redes sociales, lo cuál ha derivado en un incremento alarmante de los casos de estrés, ansiedad e incluso depresión, porque esta es una problematica que se ha convertido en el punto de foco de los últimos años. La dopamina barata está literalmente quemando el cerebro de las personas.
Es así como hoy en día es común ver a niños tan absortos en estos medios que prácticamente es imposible obtener su atención tan si quiera un par de segundos, por lo que ya hecho el daño ¿hay alguna manera de remediarlo? ¿existe realmente alguna manera de influir en las nuevas generaciones?
LA SOLUCIÓN A LA PROBLEMÁTICA
La respuesta corta a esta pregunta es que sí, la respuesta larga es lo que analizaremos a continuación: Es imposible que hoy en día podamos tener una atención generalizada de los niños y de cualquier población si no estudiamos primero hacia dónde se dirige esa atención y como ya sabemos que toda esta atención está siendo desviada hacia las redes sociales, entonces nuestro foco debe encontrarse ahí.
Existen múltiples maneras de hacerlo, pero todas apuntan a lo mismo, si quieres convertirte en un punto de influencia para las personas debes convertirte en creador de contenido y con esto no se hace referencia a ser como aquellas personas que sólo crean contenido de entretenimiento sin relevancia para las personas, sino que se hace referencia a contenido que incluso puede estar mezclado con el humor y el entretenimiento pero que su mensaje principal sea algo aportante.
LOS HEROES DE LA NUEVA GENERACIÓN
Hoy en día existen muchos canales que entretejen estrategias de contenido que a lo largo de los años se ha visto cómo dan resultados, por ejemplo. Últimamente se ha visto cómo aparte de los ya conocidos influenciadores, ha venido creciendo una ola de “tectubers” que son aquellos youtubers que enseñan de manera divertida y didáctica sobre el mundo de la tecnología con canales como el de YANPOL un chico mexicano que se dedica a hacer vídeos sobre tecnología que hoy en día cuenta con más de 1.5 millones de seguidores. Así mismo existen muchas ramas de esta nueva generación de creadores de contenido como lo son canales de divulgación científica, en donde entran canales como los de EL ROBOT DE PLATÓN, con 2.7 millones de suscriptores, QUANTUMFRACTURE con 3.6 millones de suscriptores y así con muchos más ejemplos.
Sin duda alguna, es posible influir sobre las nuevas generaciones pero es una tarea que podría calificarse como titánica, la atención de la población hoy en día es muy escasa y más porque el contenido educativo no le da a las personas la liberación de esa dopamina de manera inmediata como lo hace por ejemplo el contenido de entretenimiento, por lo que hay que ser muy inteligentes a la hora de crear un contenido que sea académico, pero que a la par sea entretenido, que de verdad enriquezca a las nuevas generaciones y que no sea aburrido como muchas veces lo eran las clases de química del colegio.