En el mundo del emprendimiento es importante entender algo, y es que existen diversas maneras para llegar al éxito, por una lado todo el mundo tiene la opción de hacer las cosas de manera solitaria para intentar llegar “rápido” sin embargo, cuando las cosas se hacen en equipo, y más de la mano de alguien experto en el tema, llegarás lejos, porque esto se ha de ver en la medida que funciona como en el universo funcionan los hipotéticos agujeros de gusano. Objetos que en la teoría funcionan como un portal que se puede atravesar para cruzar distancias astronómicas desde un punto A a un punto B.
¿Pero por qué es tan importante tener un mentor que no guíe en el camino que queremos recorrer? Para esto usaremos una analogía, una persona tiene una maquinaria la cual tiene 100 piezas, y se le averió una de estas, sin embargo desconoce completamente cuál fue, así que esta persona tiene 2 caminos: el primero de ellos se basa en prueba y error, supongamos que cambiar cada una de esas piezas tarda 1 minuto, eso quiere decir que podría tardar hasta 100 minutos en cambiar cada pieza. El segundo camino, tiene que ver con contratar a alguien que ya conozca la maquinaria y sepa exactamente en el sistema cuál pieza sea la que está fallando con solo verla.
El tener la ayuda de esta persona experta es la diferencia entre tardarse hasta 100 minutos en arreglar de manera autónoma el problema o arreglarlo en 1 minuto, de la mano de alguien que ya es experto y sabe exactamente cuál es la pieza que falla.
Sin embargo hay que ser cautelosos a la hora de escoger un mentor, porque así como hay personas que viven al servicio de los demás, hay quienes viven de aprovecharse de los demás, por lo que aquí hay algunas pautas que se pueden elegir a la hora de contratar un mentor:
LA REPUTACIÓN IMPORTA
Cuando se habla de reputación se refiere al camino que tiene esta persona de manera pública. Con la masificación de las redes sociales, todas las personas que se convierten referentes en un área es gracias a que han construido una marca personal través de redes sociales.
Esto es muy importante cuando se tiene en cuenta de que para elegir un mentor, necesariamente debe ser alguien que tenga presencia en internet, alguien que tenga muestra de su portafolio de trabajo, alguien que ya haya construido una comunidad, lo cuál, lleva al siguiente punto.
LA PRUEBA SOCIAL ES FUNDAMENTAL
Generalmente cuando vamos a comprar un producto que no habíamos comprado antes ¿qué es lo que solemos hacer? Generalmente vas con una persona que tengas conocimiento que ya haya comprado este producto con anterioridad para que cuénte cómo ha sido su experiencia con el producto y esto se basa en un sesgo cognitivo llamado la prueba social, donde al ver que otras personas ya han recorrido un camino que nosotros estamos apenas por recorrer, nos hace sentir más confiado, donde si hay quienes ya han consumido un producto o adquirido un programa han tenido una buena experiencia, hace que nosotros estemos en una mayor disposición de comprar ese producto, o adquirir ese programa.
Cuando una persona que se dedica a ayudar a otros en determinada área construye un negocio que se basa en ayudar a otros o que por lo menos aún dedicandose sólo a su negocio sin monetizar a su comunidad está en disposición de vender su tiempo para enseñar a otros es importante que ya cuente con testimonios. y estos si tienen página web, generalmente los tendrán allí, sino también puedes preguntarles de manera directa.
RELACIÓN COSTO BENEFICIO
Otro factor a tener en cuenta es la relación costo beneficio. Un mentor puede representar una inversión considerable, pero es fundamental evaluar el retorno potencial de esa inversión. Un buen mentor no sólo será de utilidad para evitar errores costosos, sino que también permitirá acelerar el crecimiento personal y profesional. La clave está en analizar si el costo del mentor se justifica con los resultados personales que permitirá alcanzar en un plazo más corto que si se trabaja de cuenta propia.
Además, es esencial comparar los costos de diferentes mentores y los beneficios que ofrecen. No siempre el mentor más caro es el mejor para cada persona; lo importante es encontrar a alguien que se ajuste a las necesidades particulares de cada uno y a los objetivos específicos de cada persona. Se debe considerar qué valor puede aportar a la vida y negocio de cada uno, y evaluar si se está en la disposición de invertir en ese crecimiento. Una inversión inteligente en un buen mentor puede ser la diferencia entre el éxito y la mediocridad.
ENFOQUE EN LA COMPATIBILIDAD
Al elegir un mentor, es importante también conocer más a la persona, ya no desde sus habilidades técnicas y sus resultados, sino como persona. Un mentor efectivo no solo proporciona conocimientos, sino que también se convierte en un modelo a seguir, en otras palabras, se convierte en una persona de tu confianza, en un amigo tuyo. Por lo tanto, es crucial que se comparta valores similares y una visión alineada con la propia de cada persona. Esta compatibilidad facilita una relación de mentoría más fructífera, donde la comunicación fluye con mayor naturalidad y la confianza se construye sobre una base sólida.
La relación con un mentor es una inversión de tiempo y energía, por lo que es fundamental que se sienta cómodo trabajando con él. Un mentor que comprende las metas personales y profesionales del aprendiz puede proporcionar orientación más precisa y personalizada, lo que maximiza las oportunidades de crecimiento.
En definitiva, un mentor adecuado puede ser el puente que lleve a una persona del punto A al punto B en su camino hacia el éxito, de manera más rápida y eficiente. La clave está en seleccionar cuidadosamente a esa figura, asegurándose de que posea no solo la experiencia y reputación necesarias, sino también la capacidad de conectarse a nivel personal y profesional. Invertir en la guía de un buen mentor es, sin duda, una de las decisiones más inteligentes que se pueden tomar para acelerar el crecimiento y alcanzar el éxito de manera sostenida y sólida.